Definición: La Planificación Fiscal puede entenderse como la actividad que realiza el tasado para reducir la obligación tributaria haciendo un uso óptimo de todas las desgravaciones, deducciones, concesiones, exenciones, rebajas, exclusiones, etc., permitidas en virtud del estatuto.
En pocas palabras, se trata de un arreglo de las transacciones comerciales o financieras de un tasado, de tal manera que se pueda aprovechar el beneficio fiscal completo por medios legítimos, es decir, haciendo uso de todas las disposiciones beneficiosas y las relajaciones previstas en la legislación fiscal, de modo que la incidencia de el impuesto es mínimo.
Esto asegura el ahorro de impuestos junto con el cumplimiento de las obligaciones y requisitos legales. Por tanto, está permitido por la ley.
Objetivos de la planificación fiscal
- Reducción de la responsabilidad fiscal: Un tasador puede ahorrar el monto máximo de impuesto, ordenando adecuadamente sus operaciones según los requisitos de la ley, en el marco del estatuto.
- Minimización de litigios: Existe una situación de guerra entre los contribuyentes y los recaudadores de impuestos, ya que el primero quiere que la obligación tributaria sea mínima mientras que el segundo intenta extraer el máximo. Por lo tanto, una adecuada planificación tributaria tiene como objetivo ajustarse a las disposiciones de la ley tributaria, de tal manera que se minimice la incidencia de litigios.
- Inversión productiva: Uno de los grandes objetivos de la planificación fiscal es la canalización de la renta imponible a diferentes planes de inversión. Tiene como objetivo la utilización óptima de los recursos para causas productivas y aliviar al tasado de la obligación tributaria.
- Crecimiento saludable de la economía: El crecimiento y desarrollo de la economía dependen en gran medida del crecimiento de sus ciudadanos. Las medidas de planificación fiscal implican generar dinero blanco que fluya libremente y resulte en un progreso sólido de la economía.
- Estabilidad economica: Una adecuada planificación fiscal aporta estabilidad económica mediante diversas técnicas, como la movilización de recursos para proyectos nacionales o el aprovechamiento de vías para inversiones de naturaleza productiva.
La Planificación Fiscal sigue un enfoque honesto, para lograr los máximos beneficios de las leyes fiscales, aplicando el guión y la moral de la ley. Por tanto, los objetivos no contradicen en modo alguno el concepto de legislación fiscal.
Tipos de planificación fiscal
- Planificación fiscal a corto y largo plazo: La planificación fiscal que se realiza cada año para llegar a objetivos específicos o limitados, se denomina planificación fiscal de corto plazo. Por el contrario, la planificación fiscal a largo plazo alude a prácticas realizadas por el tasado que no se liquidan de inmediato.
- Planificación fiscal permisiva: La planificación fiscal, en la que la planificación se realiza según la disposición expresa de las leyes fiscales, se denomina planificación fiscal permisiva.
- Planificación fiscal intencionada: La planificación fiscal intencionada se refiere al método de planificación fiscal que induce a error a la ley. Bajo este tipo, no hay disposición expresa del estatuto.
La planificación fiscal significa aplicar inteligentemente las disposiciones fiscales para gestionar los asuntos de un individuo, con el fin de aprovechar los beneficios fiscales en función de las prioridades nacionales, de acuerdo con los intereses del público en general y del gobierno.
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